domingo, 4 de mayo de 2014

LA CASA TRADICIONAL DE ENTRAMADO EN EXTREMADURA. texto exposición JOSE LUIS MARTIN GALINDO



 

“El patrimonio tradicional o vernáculo construido es la expresión fundamental de la identidad de una comunidad, de sus relaciones con el territorio y al mismo tiempo, expresión de la diversidad cultural del mundo” (Carta del Patrimonio Vernáculo Construido, aprobada en 1996 en Jerusalén y ratificada por la asamblea general de ICOMOS en México, 1999)

 



C

on motivo de la exposición del artista Roberto Landeta: La arquitectura verata. Una aproximación constructiva a través de la acuarela, el autor me pidió que escribiera unas notas sobre esta singular tipología de la arquitectura tradicional que es la construcción de entramado y allá van unos trazos con la pretensión de tratar de ilustrar con palabras la temática general de la exposición. Igualmente, como extremeño y como estudioso del patrimonio vernáculo construido, agradezco a Roberto esta iniciativa que contribuye a la divulgación y puesta en valor de la arquitectura tradicional extremeña que es parte importante del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.

En la arquitectura serrana del norte del País Extremeño encontramos diversas tipologías de vivienda tradicional, con una variada utilización del espacio, distribución habitacional y elementos arquitectónicos en cada tipo, de acuerdo con la tradición cultural de la zona y los materiales del entorno que se utilizaron en la construcción. Pero por su significación e interés destaca una tipología: la casa de entramado.

La vivienda tradicional de entramado dispone, normalmente, de planta baja y dos pisos superiores. Los muros de la planta baja son de mampostería o sillares graníticos, y los niveles superiores, de igual o diferente vuelo, están realizados con montantes de madera rellenados de adobes o ladrillos. Este tipo de construcción, con sus variantes y diferencias, es una arquitectura típica de los valles más abrigados del Sistema Central y del Norte peninsular. Su aparición fue posible gracias a la abundancia de madera en esas comarcas y por el mantenimiento de una tradición medieval. En Extremadura la encontramos en las comarcas de la Sierra de Gata, La Vera y en menor medida en el Valle del Jerte y el Valle del Ambroz, también de forma aislada en la Puebla de Guadalupe.

Acerca del origen de la arquitectura de entramado, hay autores como Luis Feduchi y Torres Balbás que defienden su raíz, o al menos, influencias mudéjares (el arte realizado por los musulmanes que quedaron en los territorios cristianos de la península Ibérica y que en el caso de Extremadura abarca desde el siglo XIII hasta el siglo XVII). En cambio otros, como el extremeño Jerónimo Lozano Apolo, catedrático de la Universidad de Oviedo, plantea que el origen de este tipo de arquitectura popular hay que buscarlo en la Europa central y que llegó a la península en la Edad Media a través de los  peregrinos que venían a Santiago de Compostela.

Normalmente este tipo de edificación presenta dos o tres niveles en altura, se reservándose la técnica de entramado para los pisos superiores, ya que los muros de la planta baja están construidos de rústica mampostería o de sillería. La  técnica constructiva de entramado es ante todo una obra de carpintería, cuya labor consiste levantar el armazón completo de las plantas superiores con madera de castaño o roble sobre los muros de piedra de la planta baja, y a continuación colocar la cubierta del edificio. Los vanos de la estructura de madera se rellenaban, principalmente con adobe, aunque también con ladrillo en algunos casos; esta tarea se realizaba después de la colocación del tejado, ya que no interviene en cuanto a estructura sino sólo para rellenar los vanos entre montantes de madera.                

Sobre los muros de granito de la planta inferior se apoyan las soleras y vigas que sostienen los pisos superiores del edificio. El poco peso de las estructuras superiores permite la construcción de voladizos, consistente en hacer avanzar las paredes de los pisos superiores sobre la planta baja. Los voladizos, apoyándose directamente en las cabezas salientes de las vigas, amplían la superficie de los pisos superiores. Esta prolongación de las fachadas desde el piso primero, gracias a los salientes desde las vigas soleras, y a los tejados tendidos hacia fuera que casi juntan sus aleros en la calle, impiden en verano la entrada estridente del sol en las calles y en invierno protege de los aguaceros. Asimismo, las cubiertas son de teja árabe y presentan, como se dijo anteriormente, un gran saliente para evitar el desgaste de las paredes de adobe y para proteger las ventanas y balcones del temporal. 

La distribución interior de la casa, en general, es la siguiente: la planta baja destinada a cuadra y bodega que en algunos casos disponía de una puerta para acceder a un huerto en la parte trasera del edificio; la intermedia o principal acoge las salas y alcobas, y en el último piso estaba el «sobráo» que también acogía el hogar y la despensa. Y para terminar, señalar que una de las características de la vivienda de construcción entramada era la ausencia de chimenea; como el hogar para el fuego se encontraba en la última planta, los tabiques que separaban los distintos compartimentos del «sobráo» se levantaban a media altura sin llegar al techo con el objeto de que el humo se esparciera por las vertientes del tejado y saliera al exterior a través de la “tejavana”.

Y por último, señalar que las fachadas de las casas de entramado no se pintaban de blanco como en la actualidad aparecen muchas, sobre todo en La Vera. Esta es una “moda” que empezó a partir de la década de 1960 y que ha desvirtuado y desvalorizado el patrimonio histórico-cultural que representa la arquitectura de entramado en el país de las gentes y tierras extremeñas. Las fachadas originales de las casas de entramado dejaban a la vista los materiales de su construcción y sólo en algunos casos se recurría a revocarlas con mortero de cal.

 

 

 

José Luis Martín Galindo.

Presidente de la Asociación por la Arquitectura Rural Tradicional de Extremadura, ARTE  

 


 

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